25 ago 2012

Tratar las peNas II


La fatídica gota golpea incesantemente,
aunque no sé bien que significa fatídica,
pero algo en la gota me dice que le va bien,
nada está bien por aquí,
la lista de pendientes aumenta
de manera proporcional lo hace mi antipatía,
sé que no está bien
que no debo permitirlo,
pero la realidad es que estoy peor de lo que imaginas,
probablemente estoy peor de lo que yo mismo creo,
pero sigo en pie y sigo buscando
gracias a tu recuerdo y a mi esperanza,
“si una persona entra en una habitación
y sabe que está oscura
es porque ha visto la luz”
y tú en mi vida eres la luz,
tu recuerdo son esos rayos
que alcanzan a cruzar las nubes grises
las que han decorado apropiadamente mi ánimo,
tu recuerdo me alcanza para sonreír,
aunque luego me sumerja en el dolor hasta las orejas
para que ya no pueda oírte, tocarte, besarte,
es entonces mi esperanza quien me ayuda a salir
me lleva hasta lo más alto
allá desde donde puedo escribirte, planear, soñarte, orar por ti,
aunque hay días que se me evapora la esperanza y llueve,
pero de entre la lluvia vuelve tu recuerdo
incesante como la gota
golpea una y otra vez
y no tengo defensa contra tu recuerdo
ni planeo tenerla nunca
para tu recuerdo y para ti
no tengo más que los brazos abiertos
y abierto también tengo el corazón,
y aunque eso suena más a sangre y sacrificio
al final eso también es parte del amor.

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