27 ene 2013

Tratar las peNas IV / Ascenso


Fui sólo para buscarte
aún consciente de que allí no te encontraría,
me escabullí en silencio
por miedo a ser llamado loco,
porque yo bien sé que lo soy;
con el ishibumi ya en la mochila
pensé que no había más que hacer
pero seguí...
podía sentir el peso,
no el de la piedra
sino el del corazón,
el de este loco corazón,
aún así seguí
y ahí cuarenta minutos lejos de todo
sentado lejos de todos
comprendí cuan solo estaba
comprendí cuan vivo estaba
y volé…
era liviandad,
era armonía,
era paz,
morí con el sol cuando lo cubrieron las nubes,
renací con la lluvia cuando rozó mis mejillas;
sólo subí con la intención de encontrarte a ti
sin imaginar siquiera que sería allá
donde me encontraría a mí…

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