El sábado 26 de Marzo, fue en simples palabras un día bastante fuera de lo absurdo, imagine usted iniciar con un examen para el que no se está preparado, y de segundo tiempo una conversación para la que se cree si estarlo; por lo tanto entre usted y yo los nervios también estuvieron presentes y algunas palabras ausentes, así queda aclarar las siguientes tres clausulas:
1.- Hablar rápido y con pocas palabras, es mi manera más prudente de poder decir lo que no puedo, pero las palabras que profirió mi boca no partieron de la razón, sino de la parte del cerebro que quiere o que sabe que la quiero.
2.- Cuando digo que me gusta, si, si hablo de su sonrisa, de sus manos, sus labios, sus ojos, sobre todo sus ojos e inclusive las ojeras, pero también hablo de su ser, ese noble, que quizá, dicen por ahí, no merezco, esa forma de siempre hacerme sonreír aun cuando lo que intenta es molestar; y también ese no sé que, que, que se yo que usted tiene.
3.- Y lo más importante, crucial en los entrenamientos de dicha conversación, pero que este ser que ahora le escribe no pudo formular ese día, pero que le recordaré día a día hasta que usted me lo permita, es que Te Quiero, más de lo que imaginas, más de lo que yo mismo imaginaba, y espero, sentado en el mismo sitio donde siempre espero, que usted sienta lo mismo.
Bonne nuit!!
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